Tras cuatro años viviendo en Asia y muchos viajes más allá, el virus del extranjero se apoderó de nosotros. Estábamos en un momento en el que podíamos dar un giro a nuestras vidas y muy impulsivamente nos embarcamos en esta nueva aventura.

Nuestro lema: cuando seamos viejos y estemos sentados uno al lado del otro en la butaca más adelante, queremos poder decirnos «nos hemos esforzado». No queremos arrepentirnos de cosas que no hicimos.

El lugar perfecto

Andalucía, en España, parecía el lugar perfecto para nosotros: un clima maravilloso con veranos soleados e inviernos suaves, a poco menos de tres horas de vuelo desde los Países Bajos, a sólo media hora en coche de Málaga, las playas de la Costa del Sol, varias zonas de senderismo (como la Sierra de las Nieves y el parque nacional de El Torcal) y las preciosas lagunas turquesas de Ardales con el singular Caminito del Rey, un espectacular sendero a lo largo de acantilados escarpados de metros de altura. Pero a menos de dos horas también están las bellas ciudades de Córdoba, Sevilla y Granada. Con el aliciente de Sierra Nevada y sus magníficas pistas de esquí.

Un salto de fe

Andalucía era un entorno totalmente nuevo para nosotros; nunca habíamos viajado en moto más allá de los Pirineos y Barcelona. Nos la jugamos. Sin un plan establecido, sin hablar español, alojándonos sólo en casa rural durante una semana y tres noches en Casa Carmen, hicimos que nos enviaran el contenedor con nuestros enseres domésticos a Málaga.

A mediados de junio de 2016 comenzó nuestra aventura en el sur de España. Rápidamente empezamos a buscar una casa temporal, conseguimos un colegio para Joanne y Oek justo antes de las vacaciones de verano y salimos con agentes inmobiliarios para ver casas.

Finca Las Nuevas fue la primera casa que visitamos con un agente inmobiliario y nos enamoramos al instante. Enamorados de las vistas a las montañas onduladas con olivos y almendros, de la paz serena que rodea la casa y de la preciosa finca con dos espaciosas casas de vacaciones, dos apartamentos y un acogedor estudio, por no hablar de la piscina con vistas.

Más de un año después de nuestra llegada al sur de España, nos trasladamos a Finca Las Nuevas y desde entonces hemos estado trabajando en nuestra imagen ideal.

Los perritos Pablo, Rosie y Gipsy y la gata Lilly ya estaban allí y se les permitió quedarse con nosotros. Mientras tanto, sólo Rosie sigue con nosotros. Sabe que no puede entrar en las casas. A Rosie le encanta salir a pasear con nosotros, es una perra de caza española y también le gusta ir de aventuras por el campo.

Nuestra imagen ideal con Finca Las Nuevas

Fuera de casa, queremos darte un hogar para disfrutar de tus vacaciones, donde haya tiempo y espacio para una relajación maravillosa, donde los alrededores te desafíen a ir de aventuras y donde puedas reponer energías. Estaremos encantados de darte consejos sobre la zona, y si te apetece charlar, queremos estar ahí para ti. Si te apetece retirarte, te dejaremos hacer lo que quieras.

Saludos,

Pascalle y Robert

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